
Las fuertes lluvias provocaron el desastre que sepultó a cuatro casas mientras las familias dormían.
“Ellos han estado atrapados bajo un pesado lodo. Es poco probable que cualquiera esté aún con vida”, aseguró el director de la defensa civil, Sergio Cabañas.
La lluvia y la inestabilidad del terreno han impedido que los equipos de rescate llegaran al lugar del deslave a pie, por lo que varios grupos de trabajo han estado removiendo la tierra con maquinaria pesada. Los socorristas seguirán buscando víctimas hasta hoy, según informó Cabañas.