
El embargo alcanza a una propiedad, un departamento contiguo al edificio donde se encuentra la sede de las mujeres, frente al Congreso Nacional, y al menos cinco cuentas bancarias en las que se hallaron escasos fondos, el equivalente a unos 2.000 dólares en el mayor de los casos, según el diario Clarín, que citó fuentes judiciales.
Schoklender está imputado por presunto fraude a la entidad en el programa de construcción de miles de viviendas con fondos aportados por el Estado por unos 700 millones de pesos (165 millones de dólares).
La líder de “Las Madres”, Hebe de Bonafini, denunció a Schoklender en la Justicia por presunto fraude en el uso de esos fondos y lavado de dinero, pero el ex apoderado contraatacó acusándola de desviar dinero de la organización para el financiamiento político del oficialismo y de tener cuentas bancarias en el extranjero, en un escándalo que golpea a esta entidad aliada del gobierno.
Los embargos son paralelos a la causa por fraude, a cargo del juez federal Norberto Oyarbide, aún en etapa de instrucción y bajo secreto sumarial.
La entidad rechazó el sábado en un comunicado que analice cerrar la fundación para preservarla de los embargos y ratificó que continuará con la Universidad, la radio, la librería, un jardín de infantes y una biblioteca popular, entre otros proyectos a su cargo.
El programa de viviendas, sin embargo, ya no está administrado por las Madres, pues pasó a manos de las jurisdicciones provinciales en los distritos donde se lleva a cabo, en un intento del gobierno por imponer mayores controles en medio del escándalo.