Luis Andrés Almonacid Almonacid desapareció la tarde del 26 de septiembre de 2009, luego de compartir “unos mates” con un puestero en el sector de Río Canelo en Punta Prat. A dos años de ello su familia implora alguna pista para aclarar este verdadero enigma policial. Cerca de las 17.30 horas de aquel 26 de septiembre de 2009, Almonacid abandonó el lugar de trabajo de un amigo, con quien había estado bebiendo mate en un puesto de la estancia Río Caleta con rumbo a su puesto en el sector de La Antorcha, aproximadamente a dos kilómetros de distancia; sin embargo testigos señalan esa salida como la última vez que fue visto.
José Almonacid, hermano del desaparecido, guió muchas de las pesquisas en la que efectivos policiales y trabajadores del sector de Río Canelo en Punta Prat, salían en cuadrillas a realizar verdaderas operaciones rastrillo para dar con el paradero del pescador. Hoy recuerda: “No hemos tenido más novedades sobre la desaparición de mi hermano, la fiscalía ya archivó la causa y nosotros nos quedamos con la intranquilidad de saber qué pasó con él. Yo ya tengo más que claro que él debe estar muerto, si no ya habría dado señales de vida, sin embargo, para tranquilidad de la familia queremos saber qué fue lo que pasó, cómo murió y poder darle una sepultura digna”.
Investigación
Numerosas fueron las visitas que realizó la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones (PDI) al sector en que se señaló la desaparición, pero nunca hubo resultados positivos. Fue así como el 27 de octubre del mismo año cerca de 50 efectivos de la policía civil aplicaron una “operación rastrillo”. En la oportunidad, Erik Martínez, jefe de la BH, señaló que “revisamos todo lo correspondiente a bosques, matorrales, la orilla de la costa y no encontramos ningún rastro, descartándose la presencia de restos en el lugar”.
Última plática
El cocinero de la estancia que conversó por última vez con el desaparecido recordó cómo fueron los últimos minutos: “Bebimos café y conversamos amenamente. Al despedirse, me dijo que iba a La Antorcha, a pensar un rato, jamás imaginé que ese encuentro sería el último. Él trabajaba hacía varios meses en las lanchas del sector, así que hacía ese trayecto de manera frecuente y conocía perfectamente el área”, comentó el amigo.
La vidente
El 25 de agosto de 2010, a un día de cumplirse 11 meses de la desaparición, la incógnita supuestamente comenzaba a despejarse con la ayuda de una vidente que indicaba que el cuerpo del trabajador se encontraría en Punta Prat, en el Seno Otway, 90 kilómetros al noroeste de Punta Arenas.
Tal era la certeza que sentía la mujer que en la mañana de ese día, en compañía del hermano del desaparecido, fueron a entregar los antecedentes a la Policía de Investigaciones (PDI) de Punta Arenas. Posteriormente, funcionarios policiales acudieron en compañía del propio José Almonacid, hasta el lugar donde supuestamente estaría el cadáver de Luis. Asimismo, los policías procedieron a realizar diversas diligencias para dar con el paradero de quienes podrían estar involucrados en la desaparición del pescador ya que, según afirmaba la vidente, se habría tratado de un asesinato con participación de más de una persona. Sin embargo tampoco llegaron a buen puerto todas esas diligencias.
Finalmente, con tristeza recuerda José Almonacid los momentos duros que le ha tocado vivir, reconociendo que de vez en cuando enciende una vela para recordar a su hermano y rogar por su descanso, no obstante, ve con frustración que se haya archivado la causa. “Lo único que podría ayudarnos sería que nombraran un ministro en visita, sin embargo no sé cómo solicitar eso y si me lo irán a conceder”, finalizó José Almonacid.