
La intendenta señaló que “en el año ya llevamos 102 marchas en la comuna de Santiago, 36 solicitadas por el movimiento estudiantil. Semana a semana vemos que las marchas por la educación acogen a grupos minoritarios de violentistas y delincuentes, que les sirven cualquier trayecto para sembrar temor y provocar daño a la propiedad pública y a la propiedad privada. A mí me molesta fundamentalmente por los vecinos, porque tienen tanto derecho como los estudiantes a reclamar por su tranquilidad, pero hoy vemos que esos derechos están mermados por estas manifestaciones”.