La máxima autoridad de la iglesia en la región asegura que los afectados por el cierre del programa "Juan Pablo II" del Hogar de Cristo no quedarán a la deriva, pero las autoridades pertinentes deben tomar cartas en el asunto. El Hogar de Cristo inició un proceso de adecuación de sus obras sociales para asegurar la atención de las personas más vulnerables del país, debido a un déficit presupuestario nacional de 3 mil 500 millones de pesos en 2011.
Esto implica que varios programas sociales, incluidos ocho residencias de adultos mayores del país, entran en un plan de cierre de su atención, incluyendo las de Magallanes.
Ante esto se han generado diversas opiniones entre las que destaca la del obispo de Punta Arenas, Bernardo Bastres.
“Como diócesis estamos pensando en hacernos cargo de los adultos mayores de Punta Arenas y Porvenir”, comentó monseñor Bastres a Diario El Pingüino, quien señaló que convocará la ayuda de las autoridades regionales para llevar a cabo esta iniciativa.
La máxima autoridad de la iglesia en la región asegura que los afectados por el cierre de este programa residencial no quedarán a la deriva, pero las autoridades pertinentes deben tomar cartas en el asunto, ya que “las personas desprotegidas son un problema del estado”, sentenció.
Este proyecto de cierre paulatino se tiene proyectado para fines de 2012 y el primer semestre de 2013, según el director zonal del Hogar de Cristo, Rodrigo Vivar, por lo que “hay tiempo suficiente para encontrar una solución”, según el obispo.
La iglesia ha mantenido siempre una postura de colaboración hacia las necesidades sociales, pero es el estado quien debe responder por cada una de ellas. “Ante estas necesidades el Estado toma palco. Para atender a la pobreza y gente de la calle, está el Hogar de Cristo y la Iglesia. Para niños con capacidades diferentes, está la Teletón y las Jornadas en Magallanes”, comentó Bastres, añadiendo que acudirán a las autoridades para encontrar la forma de dar solución a esta situación que se avecina, pero “la iglesia no tiene responsabilidades políticas y del estado, sólo podemos colaborar, de lo contrario sería volver a la cristiandad”.
Bastres continuó y fue aún más enfático: “Ante este problema, el intendente, la gobernadora y el alcalde no deberían dormir tranquilos. Ellos deberían estar preocupados por esta situación”, aseguró el obispo, agregando que “de tomar palco, ahora el Estado deberá ser actor”.
En ese sentido, Bastres hace un llamado a los parlamentarios de la región a que se pronuncien sobre el tema y apoyen desde su frente a esta situación de interés social.
Senama
Por su parte, la directora regional del Servicio Nacional del Adulto Mayor, María Soledad Solo de Zaldívar, comentó que se trabajará intensamente para apoyar a los afectados por el cierre del programa “Juan Pablo II”.
“Lo principal es analizar la situación individual de los adultos mayores para encontrar una solución efectiva para cada uno de ellos”, comentó la directora.