Alfredo Pérez Rubalcaba, del PSOE, se comprometió a recoger una subida del 10% de los impuestos del tabaco y del alcohol para financiar el sistema sanitario y que la emigración española pueda elegir a cuatro representantes en el Senado, la Cámara Alta del Parlamento. El Partido Socialista (PSOE) y su candidato a las elecciones generales del 20 de noviembre en España, Alfredo Pérez Rubalcaba, cerraron ayer un cónclave de tres días en el cual presentaron el programa de gobierno con el que enfrentarán las elecciones presidenciales del 20 de noviembre.
La salida a la crisis económica es “europeísta y socialdemócrata”, manifestó Rubalcaba en la clausura en Madrid de la conferencia política. El programa se apoyará en la subida de impuestos, la igualdad y una reforma electoral, además de proponer un gran acuerdo para el empleo en un país en el que la crisis económica ha dejado casi cinco millones de desempleados, algo más del 20 por ciento de la población activa.
El empleo “es una causa nacional”, dijo Rubalcaba. Por eso, si gana, convocará a todos a su pacto: comunidades autónomas, sindicatos, empresarios y partidos políticos. El PSOE ha intentado con esta conferencia política dar un nuevo impulso público al sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero y marcar las diferencias con el PP de Rajoy en sus soluciones para la crisis económica, una crisis cuya gestión ha hundido al PSOE en las encuestas y ya le hizo perder casi todo su poder territorial en las elecciones municipales y autonómicas de mayo.
Según algunos sondeos, la formación conservadora de Rajoy no sólo podría obtener mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, sino lograr el mejor resultado de su historia, por encima incluso del que José María Aznar consiguió en 2000. Actualmente el diario “El Mundo” da al PP una ventaja de 15,6 puntos sobre el PSOE.
La conferencia política sirvió también a los socialistas para insuflar ánimos en sus militantes, dejando clara públicamente su convicción de que a algo más de mes y medio de las elecciones generales aún pueden dar la vuelta a las encuestas. No sería la primera vez, han reiterado, recordando la victoria de Felipe González en 1993, cuando los sondeos daban por ganados los comicios al PP, entonces encabezado por José María Aznar, y la de 2004, cuando daban como vencedor a Rajoy frente a un Zapatero que finalmente se aupó a La Moncloa, tres días después de los atentados del 11-M en Madrid. “Siempre hemos sido la opción de la izquierda española para gobernar”, reivindicó Rubalcaba, que arremetió contra el PP y su líder. Sus propuestas, dijo, carecen de claridad y de concreción. Rajoy no ha querido decir cómo sacaría a España de la crisis y lo único que dice es que lo mejor para el futuro es volver al pasado, manifestó el ex vicepresidente y ex ministro del Interior ante más de 2.000 personas en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid y arropado por Zapatero y Felipe González en primera fila.
Rubalcaba también se mostró determinado a reducir el déficit público de España, que en 2009 llegó a un máximo del 11,1% del PIB y este año enfrenta dificultades para alcanzar el objetivo oficial de 6%. Para ello, el candidato socialista insistió en la necesidad de gestionar mejor el gasto público, en sectores como la salud o la educación, pero sin desmantelar estos sistemas, intención que atribuyó a la derecha que gobierna actualmente en varias Comunidades Autónomas.