
Después, cuando fue llevado al cuartel policial pidió el baño y en el estanque del excusado escondió el portadocumentos personal, para que los detectives no pudieran verificar su verdadera identidad. Pero después de un rato los agentes se percataron de que el agua del estanque corría y corría, con el riesgo de producir un desborde. Al verificar esta situación movieron la tapa y encontraron una billetera. Al interior estaban los documentos con la verdadera identidad del argentino.
Las diligencias de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos permitieron aclarar que este sujeto ingresó a Punta Arenas el pasado 30 de septiembre. Venía a buscar trabajo y se retiró del recinto donde se hospedó los primeros días sin cancelar la cuenta.
Ayer el fiscal Eugenio Campos lo requirió por el delito de estafa residual, en grado de consumado, y pidió que se le aplicara una multa por la falta de haber ocultado su identidad. Pedía que el imputado fuera condenado a 300 días de presidio y al pago de una multa de 11 UTM ($ 424.974), pero el argentino no admitió responsabilidad y optó por ir a un juicio simplificado, audiencia que se realizará el 27 de octubre. Por ahora quedó con prohibición absoluta de abandonar la región.
Además, Boselli fue denunciado a la sección extranjería de la Gobernación Provincial de Magallanes. El nombre inicial aportado por el imputado fue debidamente verificado por la PDI, tanto en la Sección Control Fronteras, Pasos Internacionales habilitados de la región, consulado argentino e Interpol, pudiendo establecer que dicha identidad era falsa, después de lo cual reconoció haber mentido a los detectives, aportando posteriormente sus documentos originales.