
De acuerdo al relato de la fiscalía, la mujer habría llegado hasta su vivienda la tarde del sábado, hogar que comparte con el imputado y los dos hijos que tienen en común, y luego de trenzarse en una discusión doméstica, el hombre habría procedido a tomarla del cuello, para luego arrojarla contra una pared, provocándole lesiones leves. Por este motivo, la fiscalía solicitaba una pena de 54 días de presidio menor y medidas cautelares en casos de VIF.
Respecto a los hechos, el imputado no reconoció su participación, por lo que se fijaba una nueva audiencia preparatoria de juicio. En ese instante, y en el uso de la palabra, la víctima desestimó los cargos, señalando que de todo el tiempo que vivían juntos nunca había reaccionado de esta manera, y que esto podría deberse a un mal momento en la vida de su pareja, ya que nunca ha tenido conductas violentas, sin embargo, solicitó que fuera sometido a tratamiento sicológico para controlar su ira.
Por esto, y pese a las recomendaciones de la fiscalía de tomar precauciones, el imputado fue liberado sólo quedando citado a asistir a terapia en un centro médico de la ciudad.