
La planta, que fue escenario del peor accidente nuclear en el mundo desde Chernobyl en 1986, sufrió cortes de energía, fusiones y explosiones que liberaron material radiactivo y obligaron a decenas de miles de personas a huir de la zona.
Los funcionarios dijeron que la planta está relativamente estable, sin embargo, la Comisión de Energía Atómica de Japón hizo el cálculo en base al informe preliminar que se entregará a finales de 2011.