Muy afligido, Patritti dijo en la audiencia que desconocía las leyes de nuestro país y que a los funcionarios de Aduana les exhibió la documentación del arma, inscrita legalmente en Argentina. Siempre anda con ella en el camión y recorre todo el país, desde Buenos Aires al sur de la Patagonia. Mostrando una angustia muy grande le dijo al juez no ser un delincuente, prueba de ello es que no registra antecedentes, y que la vida se la gana honestamente como camionero.
Jamás imaginó el mal rato que pasaría en Chile por esta situación, y lo que más lo complicaba era que transportaba mercadería refrigerada, entre ellas lácteos, que debía entregar el domingo en Río Grande (ciudad argentina). Para llegar a destino los argentinos están obligados a pasar por territorio chileno. Al salir del Paso Integración Austral enfilan rumbo al cruce de Punta Delgada y luego ellos prosiguen el viaje por la Isla de Tierra del Fuego.
De no mediar la acción del magistrado el camionero hubiese quedado con el arraigo que solicitó inicialmente la fiscal Wendoline Acuña.
Afligido
El viernes Pablo Sebastián Patritti salió de Buenos Aires y el domingo llegó a Río Gallegos (Argentina). Después continuó a la frontera donde fue detenido. Ayer, al retirarse del tribunal, camino a recuperar su camión, admitió que la situación vivida fue exclusivamente por desconocimiento. Dijo ser “una persona honesta en mi país. No tengo antecedentes penales y por eso mi país me otorga el permiso para transportar el arma que ando trayendo, la cual está inscrita en el Registro Nacional de Armas (Renar)”.
Confiesa que el perjuicio más grande que le acarreó este problema fue “mucha angustia”, incluso por temor a perder su trabajo.