
Dicha normativa y su política de “pie seco/pie mojado” establece que los cubanos que logran poner un pie en territorio estadounidense pueden solicitar su residencia permanente un año después.
El diario acusa a EE.UU. de haber promovido la emigración clandestina de miles de ciudadanos, poniendo en riesgo la vida de los cubanos y fomentar “el vil negocio del contrabando de personas, asociado al del narcotráfico, frente al que no toma ninguna medida efectiva”.
“Si Estados Unidos está dispuesto a conceder la residencia legal a cualquier cubano que entre a su territorio, debería darle visa a todos los que deseen emigrar de forma legal y normal, sin pedirle documentación o requisito alguno, tal como hacen con los que ignoran sus leyes y las nuestras”, subraya el rotativo.
En ese sentido, indica además que la aplicación de los acuerdos migratorios firmados entre Washington y La Habana en 1994 y 1995, “ha estado viciada por el propósito, nunca abandonado, de usar el tema de la migración como parte de su arsenal contra la Revolución Cubana”.
Con la suscripción de esos acuerdos se dispuso que los inmigrantes cubanos interceptados en el mar, aunque sea a pocos metros de la orilla, deben ser devueltos a la isla.
EE.UU. y Cuba no tienen relaciones diplomáticas desde 1962, cuando Washington estableció un embargo económico total contra la isla.
Granma también resalta que Cuba no está entre los principales emisores de personas hacia EE.UU. en la región, y se refiere al “contraste” de los millones de latinoamericanos emigrantes cuya “tragedia es ignorada” y permanecen indocumentados en ese país.
En agosto pasado el Presidente de la isla, Raúl Castro, anunció ante el Parlamento que su Gobierno trabaja en una “flexibilización” de la política migratoria del país, donde los cubanos requieren de un permiso de salida obligatorio para viajar.