Aunque fue atractivo para miles de visitantes que llegaron a Magallanes a pasar varios días de descanso, también vieron el lado oscuro de Punta Arenas que ya no es la otrora ciudad que muchos calificaban como “la más limpia del país”. Luego del fin de semana largo que sirvió de descanso y de la celebración del Día de Todos los Santos, las calles aledañas al Cementerio Municipal de Punta Arenas y el bandejón central de avenida Bulnes mostraron la incultura que no es grata ver en las calles de una ciudad que otrora se caracterizaba por su limpieza: numerosas bolsas, flores, envolturas de comida y una gran cantidad de desperdicios esparcidos encima del pasto primaveral se pudo apreciar ayer a primera hora.
Aunque la empresa recolectora Servitrans dispuso de varios contenedores en la periferia del camposanto, en forma preventiva, estos simplemente no dieron abasto para la basura de más de 50 mil personas que deambularon por el sector durante los cuatro días. Uno de los principales puntos en que se concentraron los desperdicios fue entre las calles Angamos y Maipú, donde se instalaron decenas de comerciantes, principalmente de alimentos.
Por otra parte, decenas de locatarios que comercializaron flores y otros productos en avenida Bulnes se quejaron de las ventas. Manifestaron que no fueron las esperadas y ayer, mientras desarmaban sus puestos, demostraban frustración y desazón.