Un nuevo escándalo de indisciplina sacudió ayer a la Selección Chilena de Fútbol a sólo dos días de enfrentar una nueva fecha eliminatoria ante el cuarto mejor equipo del mundo, Uruguay, en Montevideo. El técnico de La Roja, Claudio Borghi, fue enfático ayer, en una conferencia de prensa al anunciar la marginación del plantel de cinco jugadores que regresaron 45 minutos después de lo estipulado la noche del martes a la concentración en el Complejo Deportivo Juan Pinto Durán, en Santiago. El DT dijo que los jugadores llegaron “en un estado no adecuado”.
El martes, tras un entrenamiento matinal, el “Bichi” había decidido darles la tarde libre a sus jugadores. Debían regresar, como hora límite, a las 22.00 horas. Sin embargo, Jorge Valdivia, Jean Beausejour, Arturo Vidal, Carlos Carmona y Gonzalo Jara quebrantaron la norma. Los cinco futbolistas llegaron 45 minutos tarde y en un estado inadecuado. “Los fui a ver a la habitación y no me llevé una grata impresión. No sé en qué estado etílico estaban, pero claramente no se veían en buenas condiciones. Incluso no se podían ni defender”, dijo Borghi.
El DT señaló estar “muy dolido” y que él sólo es responsable de la sanción deportiva. Ahora será el Tribunal de Disciplina de la Federación de Fútbol de Chile el que decidirá si impone otro tipo de sanción a los futbolistas, que no se han pronunciado por los hechos. Vidal regresó ayer en la tarde a Italia y en el aeropuerto los hinchas le gritaron: “¿Cómo está la caña?”.
Además, desde el interior de Pinto Durán trascendió que muy molestos por los hechos, Claudio Bravo, Humberto Suazo y Alexis Sánchez encararon a sus compañeros. “¿Por qué son tan mala leche? No ven que cagaron al ‘Bichi’”, les habría dicho Sánchez.