
Los talleres son financiados con los Fondos de Iniciativas Juveniles (FIJ), que otorga el Gobierno a través del Injuv, y alcanzan un valor cercano a $ 1.200.000.
Con esta iniciativa, se busca que los jóvenes que se encuentran cumpliendo condena sean capacitados, de acuerdo a su elección, en peluquería, cocina y estructuras metálicas, lo que les permitirá contar con competencias laborales que favorezcan su inserción social.
Durante la ceremonia de inicio de los talleres, Cristina Mandiola destacó esta iniciativa manifestando que implica dar una segunda oportunidad a los jóvenes.
“Las familias son fundamentales en el proceso de reinserción social de sus hijos, complementando el proceso de responsabilización en el cual están insertos, de acuerdo al cual cumplen con una serie de programas y medidas que corresponden a los delitos cometidos”, afirmó la directora del Injuv, agregando que “un trabajo en conjunto entre el Gobierno y la sociedad civil permite mejores resultados”.
El proyecto también fue apoyado por la “Agrupación de familiares y amigos del Centro Privativo de Libertad de Punta Arenas”, quienes buscan a través de iniciativas como éstas que sus seres queridos tengan una segunda oportunidad.