El 26 de agosto, una mujer de 43 años, identificada como Elvia Tecay, fue atropellada en la calle Lautaro Navarro por un conductor que cobardemente se dio a la fuga.
Madre de seis hijos y guardiayuda desde 1998, esta mujer ha tenido que pasar los últimos meses en cama a causa de las lesiones que sufrió en el violento accidente, el cual, incluso la obligó a permanecer por varios días en la UCI del Hospital Clínico de Magallanes, al que ingresó con severas lesiones en la cadera y un sangramiento profuso que le generó una anemia aguda. Tras 50 días de reposo absoluto, Tecay finalmente ha podido levantarse de su cama para incorporarse a las terapias kinesiológicas que poco a poco buscan devolverle la movilidad y fuerza a su cuerpo para reincorporarse a su trabajo.
Durante el último tiempo, esta esforzada mujer ha tenido que recuperarse no sólo física sino sicológicamente. “Al paso de los días llegué a pensar que no volvería a caminar”, comentó Tecay a Diario El Pingüino.
Durante su convalecencia, los roles al interior de su hogar debieron modificarse, ya que las actividades del día a día debieron continuar, por lo que su hija mayor, con ayuda de todos, debió asumir las responsabilidades de jefa de hogar, principalmente para atender a su madre y sus hermanos menores, que además son mellizos.
El seguro de accidentes que otorga a sus trabajadores la empresa encargada de la supervisión de estacionamiento en la ciudad, ha dado la cobertura total de los gastos médicos de Tecay, además de mantener el promedio de su salario con el que ha logrado sacar adelante “los gastos de la casa, por que esos no cambian”, comentó Tecay.
El apoyo de su familia, compañeros de trabajo, amigos y varios integrantes de la comunidad, entre los que destacan algunas autoridades y clientes que durante años han entablado amistad con esta trabajadora, la han ayudado a salir adelante, al punto que en días pasados quiso retribuir a la comunidad el apoyo que ha recibido, ayudando a recolectar algunas monedas para las Jornadas por la Rehabilitación en Magallanes, acompañando a sus compañeros durante la recaudación que cada año hacen “los tarjeteros” en la Plaza de Armas Benjamín Muñoz Gamero.
En ese sentido, la víctima comentó estar “agradecida y feliz por no tener secuelas del accidente”.
Se espera que con la terapia de rehabilitación y el apoyo de sus seres queridos, esta alegre guardiayuda vuelva en los próximos días a sus actividades y continuar con la labor que ha dado sustento a su hogar por más de 13 años.
Investigación
Por otra parte, hasta el momento la investigación para encontrar al responsable del atropello no ha dado los frutos esperados, por lo que la afectada y la presidenta del sindicato de guardiayudas de Punta Arenas, Roxana Gallardo, hacen un llamado a las autoridades correspondientes para que a la brevedad se pueda dar una solución a este crimen, que pudo haber cobrado la vida de una magallánica.