En una vibrante jornada tuerca que se vivió ayer en la capital del turismo de Magallanes, el público respondió y llegó hasta la capital de la Provincia de Última Esperanza. En la oportunidad, participaron 58 máquinas en la edición número 30 de esta tradicional prueba, siendo el ganador de la general el piloto porvenireño Gustavo Aguilar, con su Opel Vectra, máquina 412 categoría 2.500cc. Carlos Leiva Andrade fue el vencedor de la categoría 1.400 cc, máquina 101 Lada Samara. En la categoría denominada N2 triunfó Enrique Abelló en máquina 307 y en la categoría hasta 2.000 cc Leonardo Angelli.
En un principio el público presente creyó que la carrera se encontraba retrasada, ya que durante dos giros los autos pasaron con pace car, pero de acuerdo con la información que se entregó a los medios de prensa estas dos vuelta fueron en carrera.
En definitiva fueron casi 20 minutos en que los bólidos giraron escoltados. Cabe mencionar que por parte de la organización nunca se entregó una información oficial del motivo de la salida del pace car lo que desató la ira del público presente en el circuito, quienes manifestaban su rechazo a la medida tocando sus bocinas cuando se acercaba la columna de vehículos, listo y dispuestos para partir.
Luego de eso llegó la emoción y la gente disfrutó del espectáculo con la inmediata ventaja que logró sacar, Gustavo Aguilar, en su Opel Vectra sobre Víctor Pacheco en Peugeot 206. Luego de la sexta vuelta, Gustavo Aguilar ya alcanzaba a los coches rezagados lo que lo complicó en algún momento y favoreció a Pacheco que ya acortaba las distancias.
Cabe mencionar que esta no fue una carrera tan rápida ya que el puntero hacía los giros en 6 minutos 2 segundos. Mientras que el récord sigue en manos del argentino, José Viola, quien paralizó los cronos en 5 minutos 1 segundo. Si bien es cierto llegó bastante público a la carrera, no fue como en otros años ya que la fecha no se acompañaba con un feriado y por lo tanto gran parte del público tenía que retornar a Punta Arenas una vez finalizada la prueba automovilística.
Gustavo Aguilar de Punta a Punta
Sin duda que Gustavo siguió los consejos de su padre, Pancho Aguilar, ya que es un histórico que sabe de esta carrera de primera mano. Desde un principio tomó la punta de la carrera y fue el único líder. En un principio Aguilar le sacaba 26 segundos a Víctor Pacheco, luego esa ventaja aumentó a 40 segundos. Terminando con una diferencia de 55 segundos entre el primero y segundo hasta que Pacheco presentó algún problema mecánico en su máquina.
El duelo más entretenido de la categoría mayor lo protagonizaron los pilotos, Luis Vera, Emilio Boccazzi y Fernando Fabres. Vera estaba tercero pero una salida muy fuerte en la curva del regimiento lo hacía perder el tercer lugar y ser sobrepasado por Boccazzi. Pero Emilio, también perdió valiosos segundos cuando se despistó en el mismo sector, en el empalme del asfalto a la tierra, estrellándose finalmente contra una alcantarilla y terminando así su carrera a las 2 horas de competencia. Ante estos hechos el que aprovechó estas ventajas fuel el ganador del año pasado, Fernando Fabres, quien terminó en segunda ubicación logrando este puesto de avanzada por la continuidad que demostró, pues no paró en ningún momento de la carrera.
Finalmente, fue amplia la ventaja que logró sacar Gustavo Aguilar a sus más cercanos perseguidores y llevándose el triunfo para la Isla de Tierra del Fuego, donde nos confirmaron por parte de Félix España que lo recibirán con caravana en Porvenir con la comunidad tuerca, recordando la hazaña hecha por su padre hace algunos años en la capital del turismo, así se ambos se inscriben en los libros de historia del automovilismo regional, como padre e hijo han logrado triunfar en tierras foráneas. Los fueguinos saben andar muy bien en esta competencia ya que las tres últimas ediciones han sido ganadas por pilotos de la isla de Tierra del Fuego.
La naciente categoría N2
Esta categoría hizo debut en esta 30 edición ya que hasta el año pasado no se encontraba abierta como tal y la gran carta era el actual ganador del Campeonato Patagónico de Rally, Claudio “Pituto” Gómez, pero la carrera se la arrebató el experimentado piloto, Enrique Abello, quien volvió en gloria y majestad al automovilismo, quedándose con el primer lugar a bordo de un Volkswagen Gol AV9.
El andar de Abello fue muy sólido y por lo tanto muy merecido su primer lugar. Según trascendió, las intenciones de Abello son poder proyectarse para el Gran Premio de la Hermandad, pero sería muy bueno verlo correr para el Rally del PRC los primeros días de diciembre. Es bueno que pilotos con el renombre de Abello vuelvan a reencantarse con el automovilismo.
Brillante
actuar del
“Negro Andrade”
Uno de los pilotos con mayor historia en esta carrera, es sin duda Carlos “Negro” Andrade, quien de forma sólida logró nuevamente triunfar con su clásico Lada Samara. Aunque en las tandas de clasificación presentó algunos problemas el auto, Andrade, demostró que sabe hacer las cosas bien y lograr el anhelado triunfo en una categoría que se presentó bastante atractiva y la que mayor parque presentó.
Otro de los destacados fue Toño “Farkas” Gallardo, quien fue el puntero en gran parte de la carrera pero a las 2 horas y 45 minutos el Volkswagen Polo, que perteneció a Jorge Guic, presentó problemas mecánicos. Una muy buena actuación del porvenireño, quien deleitaba al público presente por su vehemencia y por entrar cruzado en algunas curvas del circuito de las Tres Horas.
Leonardo Angelli en la B
Arrancaba la competencia con un Juan Carlos Kuzmanic en la punta de la categoría ya que el sábado había impuesto un excelente crono en las clasificaciones, y ayer en la carrera tuvo un gran dominio de la competencia durante un poco más de horas de la prueba, pero en la recta final el vehículo arroja fallas que no le permiten terminar en puestos de avanzadas, finalmente el triunfo de la categoría se fue para el otro lado del alambre, ya que la victoria quedó en el piloto de Río Turbio, Leonardo Angelli, quien a bordo de un VW cumplió una carrera redondita, sin mayores contratiempos y sin detenciones, por lo que fue el más regular quedándose con lo más alto del pódium.