
A esas gestiones se suma el encuentro que sostienen en estos momentos representantes del gobierno y del equipo negociador de la oposición, en una cita que se realiza en el cuarto piso del Senado.
Paralelamente, la Sala analiza y vota el erario público. Si bien en un principio se estableció una sesión especial que culminaría a las 14.00 horas, la corporación decidió convocar a una nueva sesión, que se prolongará durante todo el día, hasta el total despacho del Presupuesto.
Lo anterior, luego que el lunes pasado la Cámara despachara el proyecto, en una extensa jornada, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada del martes.
La de hoy constituye la segunda sesión especial para abordar el erario público. Esto, porque ayer ya se avanzó en varias partidas, entre las 16.00 y las 21.00 horas. En esa oportunidad, los parlamentarios aprobaron los recursos para Presidencia, Congreso, Poder Judicial, Cancillería, Minería, Bienes Nacionales, Ministerio Público, Segpres y Contraloría.
En tanto, en la votación del lunes en la Cámara, los recursos variables para Educación -un 46% del total de los montos para esta área durante el próximo año- fueron rechazados por 58 votos en contra y 54 a favor, postura adoptada por la Concertación, el PRI y los independientes.
La posición que tomarán los sectores de oposición hoy aún no está del todo definida. Si bien algunos parlamentarios han valorado la nueva propuesta presentada por el gobierno -que implica, entre otras cosas, un alza en las becas, subvenciones y en los aportes directos a las universidades estatales-, muchos sostienen que aún es insuficiente. De hecho, hay división al interior del bloque sobre si rechazar la partida o permitir su aprobación.
Si bien desde La Moneda sostienen que no habría otro planteamiento en cuanto a nuevos recursos, el presidente de la comisión de Educación de la Cámara Alta, Jaime Quintana (PPD), dijo ayer que cree que el Ejecutivo podría presentar una nueva propuesta. "Creo que puede haber una nueva oferta del gobierno", señaló, al indicar que "hemos conversado incluso con parlamentarios de la propia Alianza, y muchos consideran que este documento es todavía insuficiente".
En ese contexto, uno de los escenarios más esperados -si bien aún no hay certeza al respecto- es que la oposición se abstenga o algunos parlamentarios salgan de la Sala al momento de votar. De esa forma, se podría aprobar la partida de Educación, abriéndose un espacio para que el gobierno mejore su oferta.
Posteriormente, una vez que el Senado despache el Presupuesto, deberá pasar a tercer trámite a la Cámara. Ahí, se debe dirimir la discrepancia surgida entre ambas corporaciones del Congreso. Si se mantiene el rechazo, se forzará la reinstauración de la Comisión Especial Mixta -conformada por senadores y diputados-, instancia que deberá analizar y elaborar un informe que después lo verán nuevamente las salas de la Cámara y del Senado.
Si posteriormente persiste el rechazo, existe la opción de que el gobierno presente un veto aditivo para intentar reponer los recursos.
El otro escenario es que la Cámara revierta su decisión inicial y dé por aprobado el erario, en el caso de que haya una mejora en los montos. Para eso, el oficialismo debe contar con los votos de los independientes.
Todo el proceso debe culminar antes del 30 de noviembre. De lo contrario, si el Parlamento no despacha el proyecto dentro de esa fecha tope, se dará por aprobado el Presupuesto original presentado por el gobierno.