
Los habitantes del emblemático inmueble, aún recuerdan con dolor los intensos momentos que vivieron al ver en llamas el edificio que ha sido su hogar, en algunos casos por más de 30 años.
A dos meses de que ocurriera esta catástrofe, los propietarios afectados y vecinos del edificio aún se encuentran a la espera de que la investigación finalice y así puedan ser determinadas responsabilidades, las cuales darían pie a la toma de acciones legales y la reconstrucción formal de las viviendas consumidas por las llamas.
En ese sentido, la fiscal a cargo del caso, Wendoline Acuña, solicitó el apoyo de la SIP de Carabineros para dar celeridad a la investigación.
La molestia y frustración de algunos habitantes surge con la incertidumbre causada por el largo tiempo que han tomado los peritajes, por lo que solicitan el pronunciamiento a la brevedad por parte de las autoridades, ya que sólo hasta ese momento volvería la tranquilidad a estas personas.
Aunque los propietarios afectados agradecen que en el incidente no hubo heridos y pérdidas humanas que lamentar, los daños materiales que sufrió el inmueble representan grandes sumas de dinero para quienes han intentado reconstruir con el paso de los días las habitaciones que el fuego consumió.