Los transandinos Joaquín Cisneros y Maximiliano Ibarra, de 19 y 18 años, respectivamente, fueron detenidos en Punta Arenas y enviados a prisión por ser considerados un peligro para la sociedad. Ambos ingresaron gran cantidad de drogas a través del paso fronterizo Dorotea, en la Provincia de Última Esperanza, y uno de ellos confesó ser consumidor y comercializar el alucinógeno. 