
Camilo Ballesteros, presidente de la Federación de Estudiantes de la Usach, dijo que el principal mea culpa de los estudiantes fue la poca capacidad de proyectar el movimiento a largo plazo.
"Íbamos detallando semana a semana", dijo Ballesteros. Agregó que hicieron falta mayores proyecciones y que lamentaron la "poca relación con otros actores sociales, como los secundarios o los trabajadores".
En cuanto a las proyecciones para este 2012, Ballesteros señaló que la participación de los estudiantes se centrará en la Superintendencia de Educación Superior y la Ley de Acreditación 2.0, que será anunciada por el gobierno el próximo año. "Queremos estar presentes en esa discusión", remató Ballesteros.
Tras la cita, los estudiantes llamaron a una protesta nacional para el 22 de diciembre y una marcha para el 7 de enero.