Ayer se realizó la segunda jornada de la toma de exámenes de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) de la que participaron cerca de 2.500 postulantes en la región. Con el mismo test, pero en una situación distinta, los reclusos que terminaron su enseñanza media dentro del Centro de Estudios y Trabajo (CET), ubicado en el Centro Penitenciario de Punta Arenas, rindieron la PSU y aún cuando señalan que los resultados no serán los óptimos demuestran orgullo por haber cumplido una meta en sus vidas.
Mauricio Dupre Narvaez es uno de los que rindió la prueba en el Centro Penitenciario: “Para mí ha sido tremendamente importante a esta altura de mi edad y de mi vida”, dice. Además, sostiene que nunca creyó llegar a esta instancia y declara que “afuera no lo habría logrado y estando acá lo logré”.
En el exterior de la sala en que rindió el examen dijo que “estoy contento en lo personal, incluso saqué el tercer lugar en 4º medio y para mí es un paso importante en mi vida. Me ayuda a sentirme mejor como persona, logré algo que no estaba en mis planes”.
El recluso reconoce que no espera buen puntaje, pero asegura que independiente de eso lo importante es haberla rendido: “Eso para mi ya tiene un valor”. Afirma que dará las cuatro pruebas y que “me manejo más en la construcción. Soy maestro aserrador, me manejo en planos, me gustaría capacitarme para poder ser capataz o jefe de obra”.
Dupre estudió en reclusión desde 7º básico hasta 4º Medio: “Mis estudios los estoy terminando acá, para sacarle algún provecho a este problema que estoy pasando y logré algo importante que es terminar mi media”.
Aprovechó de agradecer el apoyo recibido por Gendarmería: “He trabajado, en los estudios, en el respeto hacia mi persona, que valoro mucho y estoy esperando otra oportunidad para demostrar a la sociedad que igual soy persona, que estoy pagando un error que cometí en mi vida”, señala.
Otro de los presos que rindió la PSU fue Lautaro Fuenzalida Pavez, quien a sus 58 años terminó cuarto medio. “Para mí es un orgullo porque no estudiaba desde 1966”. Reconoció que no le fue tan bien como esperaba. Fuenzalida completó su educación básica (7º básico y 8º) y obtuvo el primer lugar de su curso. “Acá siempre hemos recibido el apoyo, no hay que olvidar que estamos en un recinto, donde no se depende solamente del colegio”, comenta.
Por su parte, Cristián Avendaño Ojeda indica que “esto te da mayores expectativas, independiente de cómo te vaya en la prueba”, asimismo sostiene que piensa que le fue bien: “Aquí no hacemos otra cosa que estudiar y hacer conducta. Durante todo el año tenemos buenos profesores que nos apoyan y nos refuerzan”. Actualmente trabaja dentro del recinto penitenciario como “pintor automotriz y me gustaría estudiar gastronomía y esto me va a ayudar a que mi palabra sea más creíble”.
En el CET hay 20 alumnos regulares que rindieron la PSU. Los estudiantes se prepararon en talleres y realizaron el ensayo general que fue el mismo que se aplicó en todos los liceos.
En relación a los plazos y las fechas tienen los mismos limites que un alumno regular. Se inscribieron 30, pero sólo 20 la rindieron porque el resto salió con libertad.