El abogado defensor de la ex gerenta de Administración de La Polar, María Isabel Farah, sostuvo que luego de la automatización de las repactaciones, los encargados dejaron de cobrar, situación que habría generado la burbuja. Esta tarde, luego de un receso de dos horas, continuaron las presentaciones de los abogados defensores de los imputados por el caso La Polar, iniciándose los alegatos con la defensa de María Isabel Farah.
Al inicio, el abogado defensor Alex Caroca, cuestionó el número total de las repactaciones unilaterales acusadas por la fiscalía y culpó a los encargados de realizar las cobranzas de la situación.
"Nadie puede decir el número exacto de repactaciones, nadie puede decir el número de personas afectadas y nadie puede decir el número de las implicancias económicas que tuvo para la compañía", dijo la defensa, explicando que la situación, tal como no fue percatada por Pablo Alcalde y Farah, tampoco lo fue por las auditoras.
En esa línea, añadió que el delito que se acusa es "irracional desde el punto de vista económico", ya que los imputados, no pudieron haber encabezado una operación de esta envergadura "que en vez de producir beneficios produjo perjuicios", enfatizó.
En cuanto a la responsabilidad que pudieron haber tenido los encargados de cobranza, la defensa apuntó que éstos dejaron de realizar las cobranza, ya que existía un programa computacional que los hacía automáticamente.
"Estamos hablando de repactaciones donde al cliente no se le hace la cobranza, se sustituye por una repactación al interior de la empresa, que con posterioridad se determinó hacerlo sobre un programa computacional... las repactaciones unilaterales significaban no cobrar... entonces quienes no lo hacían: los encargados de cobranza... los encargados dejaron de cobrar y ahi en consecuencia es en donde se produjo esta burbúja", aseveró.
INVESTIGACION POR DEFICIT
Asimismo, explicó que María Isabel Farah, a finales del 2009, y una vez terminado el proceso de apertura de tiendas de la compañía, se percató que había un déficit de $40.000 millones, situación por la que inició una investigación, sin la cual no se podría haber descubierto lo que realmente ocurría.
"Mi representada práctico las operaciones necesarias de acuerdo a lo que presentó el directorio y permitió que las personas responsables fueran encaradas... Sin su trabajo no se habría sabido nada", aseguró el jurista.
De igual modo, apuntó que uno de los principales responsables en los hechos, fue el ex gerente de productos financieros, Julián Moreno, quien antes el 16 de junio de 2011, fecha anterior al comienzo del proceso judicial, "explicó de manera suficientemente explícita que la decisión de llevar a cabo éstas repactaciones fue suya".
Entre otros puntos considerados por Caroca, estuvo el cálculo de las provisiones, que según dijo, se realizaba en relación a la información obtenida a través de la gerencia de informática, a la que llegaban datos "erróneos" desde la gerencia de productos financieros, por lo que no había posibilidad de ver la veracidad de éstos.
En ese caso, según el defensor, la gerencia de productos financieros, colocaba a clientes morosos "al día", lo que hacía que las provisiones fueran menores a la realidad.
En este aspecto, Julián Moreno no fue beneficiado por el bono contra utilidad en el año 2010, al no cumplir con las metas de provisiones.
"Si un cliente no pagaba, tenía que ir avanzando y por lo tanto, iba a llegar el momento en que iba a tener que ser castigado al cumplir el año sin pagar nada. Pero quienes no cobraban mantenían estos clientes de esta cartera "al día" que ellos manejaban... la cuenta final que tenía que ir a los 360 dias (sin pagar deuda) obviamente debió haber sido mayor y ahí estuvo el engaño que sufrió mi representada", explicó Caroca.