
En estrado, y bajo juramento, Vivanco ratificó la acusación de lo ocurrido el 30 de septiembre de 2007, día en que recibió una llamada de Verónica insistiéndole en que se quería reunir con él para decirle algo, “pero como tenía mucho trabajo no acepté”.
En su declaración manifestó que el 4 de octubre, “luego de varios llamados insistentes de Verónica acepté la reunión, la que se concretó en mi domicilio, cerca de las 22.15 horas”. Habló de insinuaciones sexuales por parte de la mujer, las que se concretaron en el dormitorio donde confesó haberse despojado de la ropa, mientras ella iba a la cocina a preparar un jugo.
Luego, cuando Verónica ofreció hacerle masajes en la espalda, “fue cuando extrajo de sus ropas un bombón y al rato comencé a sentir el cuerpo pesado y perdí el conocimiento”. Al día siguiente, a las siete de la mañana, se percató de que le habían sacado la plata de la caja fuerte.
El juicio concluye hoy con la entrega del veredicto, donde pueden absolver o condenar a las acusadas.