
Con la finalidad de mantener bajos los niveles de hidatidosis presentes en nuestra región, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) hace un llamado a la comunidad para continuar con los cuidados que se realizaron en el Proyecto de Control de esta enfermedad. Aunque este proyecto –que duró 25 años- se dejó de realizar en 2004 (debido a que finalizó el programa financiado con fondos FNDR), su presencia hoy en día aún es baja, lográndose disminuir la prevalencia ovina de 60 % a 0.8 % y la equinococosis canina rural de 71.4% perros afectados a un 2,56%. “Estos logros, si bien son muy importantes, no son permanentes. Sólo se obtuvieron con la dosificación cada 45 ó 90 días según la estrategia adoptada en los diferentes años del programa, además del uso de carneaderos y fosos y la capacitación a los pobladores del área rural de no alimentar a sus perros con vísceras (pulmón, hígado y riñones). Sin estas acciones y la cooperación de todos no podríamos haber tenido el éxito obtenido, pero basta con tener sólo un perro en el predio que tenga este parásito para provocar un aumento explosivo de la hidatidosis en los animales”, aseguró el director regional del SAG, Gerardo Otzen.
El parásito adulto que causa la hidatidosis vive en el intestino delgado del perro. Desde esta ubicación elimina los huevos al ambiente por medio de las fecas, de tal forma que contaminan pasturas, agua, verduras, etc., incluso algunos quedan adheridos al ano del perro, el que mediante lamidos los reparte por su pelaje, quedando además muchos huevos retenidos en el hocico. Una vez fuera del animal los huevos son consumidos por los huéspedes intermediarios (bovinos, ovinos, equinos, porcinos) junto con la pastura.
El hombre se infecta accidentalmente al tomar contacto directo con el perro infectado y llevarse las manos a la boca, lo que ocurre fundamentalmente en los niños, con los que hay que tener especial cuidado.
Actualmente, el SAG al detectar animales jóvenes positivo a hidatidosis en mataderos hace un trace back al predio, es decir, visita el predio, toma muestras de las fecas, revisa las instalaciones y medica a los canes presentes, además de realizar un análisis epidemiológico para determinar las causas de la infección.