Agrupación que representa a comunidades judías de la región, rechazó que los legisladores Fuad Chahin y Eugenio Tuma vincularan al Gobierno de Israel con el daño ecológico que afecta al parque nacional. El Congreso Judío Latinoamericano (CJL) expresó su preocupación y lamentó las declaraciones de parlamentarios chilenos en contra de Israel, tras señalarse a un ciudadano de ese país como presunto responsable del incendio en Torres del Paine.
La agrupación calificó como "alarmante" que el diputado del Fuad Chahin (DC) escribiera en su cuenta de twitter: "Apostaría q 'el turista' israelí que causó incendio en Torres del Paine es de aquellos enviados por su Estado luego de matar niños palestinos".
En el mismo tono, el CLJ rechazó que el senador Eugenio Tuma (PPD) manifestara que "no es normal que el Gobierno israelí envíe contingente militar, supuestamente licenciado, para hacer turismo en la Patagonía".
El parlamentario opositor agregó "una cosa es el libre tránsito de los turistas, pero otra es que el Estado financie y organice a sus ex reclutas y disponga su traslado a un territorio al parecer como terapia frente al estrés propio de los escenarios bélicos".
"Desde el Congreso Judío Latinoamericano consideramos que utilizar el conflicto de Medio Oriente en un accidente de estas características en Chile no hace más que fomentar el odio y la intolerancia", señaló la agrupación, agregando que "resultan llamativas estas declaraciones cuando la justicia chilena no ha determinado un responsable del incidente".
El CJL además hizo un llamado a reflexionar a "todo el arco político chileno" y a "quienes instigan al odio" por esta situación.
"Es nuestra esperanza que pronto puedan terminarse las labores para controlar este incendio, esperamos que la sociedad chilena pueda seguir siendo ejemplo de convivencia pacífica, y que este año que hace pocos días comenzamos nos permita acercarnos más aun hacia el entendimiento y la paz entre los pueblos", finalizó la agrupación.
El pasado martes, la comunidad judía de Chile calificó las declaraciones de ambos parlamentarios nacionales como "gravísimos infundios".