
La presidenta del Comercio Minorista “en ocasiones terminas pagando tomates molidos y malos a $ 1.499 eso es un escándalo”, sentenció.
Declaró que en el mercado hay poca verdura y la mercadería disponible no está en buenas condiciones “y eso es lo que molesta al usuario”, aseguró.
“Para nosotros es una molestia enorme (las continuas alzas en los costos) porque estamos obligados a mantener los precios, por lo que las utilidades no siempre son lo que uno espera, ya que hay que mantener el precio por su clientela. Si al público le pones un precio y mañana hay otro precio, la gente deja de comprar, lo cual es complicado para nosotros que estamos trabajando con mercadería perecible”, aseguró la presidenta del comercio minorista.
Explicó que si bien tienen proveedores que tienen precios al por mayor muchas veces se ven obligados a buscar afuera ya que “en algunos locales están vendiendo la pechuga de pollo en $ 3.000 pesos y la distribuidora la vende al mismo precio más el IVA (Impuesto al Valor Agregado) por lo que sale a buscar afuera para competir con las ofertas”, dijo.
A juicio de Huenel las mayores alzas se han visto en los precios de las carnes y aseguró que “en un recorrido por las carnicerías no hay por donde. Hay algunas carnicerías en que aun se puede comprar, pero los productos no son siempre los adecuados. Los precios que más han subido son los de las carnes”.
Por su parte, la Presidenta de la Organización del Derecho del Consumidor (Odecu), Patricia Montenegro, “llamó a los consumidores a estar atentos a las alzas en los precios y a cotizar antes de comprar, ya que si se compara se puede comprar más barato”.
Al ser consultada, Montenegro comentó que en su experiencia personal ha podido comprobar el mal estado de algunos productos, que, además, han aumentado sus precios “los venden y lo peor de todo es que el consumidor los compra”. Argumentó que no hay mejor fiscalizador que el consumidor y que hay que verificar que el producto “se merece que se le pague, lo que estoy pagando por el producto”.
De acuerdo a lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas, en el IPC, la división de alimentos obtuvo alzas en ocho de sus 11 clases, destacándose las frutas con un alza en sus precios del 7,2%; las carnes 1,3%; y pan y cereales 0,8%.
Los mayores aumentos se observaron en el apio que obtuvo un alza del 23,7%, las manzanas 18,9%, la papa 16,1%, las frutas de la estación subieron un 8,7%. La carne, en tanto, aumentó sus precios en un 1%.
Además de la sequía, las alzas se explicarían por la estacionalidad de la fruta, “es decir, a principio de año, debido a la estacionalidad de la fruta siempre es cara, salvo las que son de guarda, es decir hay productos que ingresan y que no son necesariamente de la temporada y que son los que mantienen sus precios, pero los que son de la temporada los precios están por las nubes”, comentó el director regional del INE, José Parada Aguilar.