
En este sentido agregó, que es posible establecer un cobro de entrada a la región que nos permita recaudar una cantidad recursos anuales suficientes para tener un fondo que financie un sistema de seguridad y conservación ambiental. Existen datos concretos que dan cuenta de la disposición de los turistas a pagar un monto razonable para ello, respaldando la necesidad de contar con un sistema de seguridad y programas de conservación de los parques nacionales.
“Los estudio efectuados en pasos fronterizos y en cruceros que han recalados en región, establecen que el 80% de los turistas están dispuestos a pagar al menos 10 dólares para estos fines, por lo tanto el desafío más bien es implementar el sistema de cobro y administración para poner en práctica un fondo especial”, explicó Carolina Goic.
Seguidamente señaló que hasta el año 2008 la entrada de turistas a la región fue de 700 mil, y que se espera, según SERNATUR, que para el año 2014, la cifra pueda llegar al millón de turistas, lo que permitiría contar con tres mil y hasta cinco mil millones de pesos anuales, cifra equivalente al FONDEMA.
La diputada Goic recordó que hay muchas localidades turísticas que ya utilizan dicho cobro, e incluso puso como ejemplo el seguro internacional automotriz para viajar a Argentina, “los magallánicos que vamos a Río Gallegos, Rió Grande o al Turbio por ejemplo, aunque sea por media hora debemos pagar un seguro que alcanza a los 10 mil pesos como mínimo, de lo contrario no podemos ingresar a territorio argentino”, afirmó.
De poder contar con un fondo de esta naturaleza se podrían realizar programas de difusión y prevención de incendios, de investigación en restauración, como también establecer un sistema de rescate que permita tener tiempo de reacción y cobertura en toda la región en caso de accidentes terrestres como marítimos durante todo el año.
“Recordemos que los daños ambientales y accidentes no sólo pueden ocurrir en el Parque Nacional Torres del Paine, sino que pueden registrase en cualquier lugar de la región, como por ejemplo, un derrame de petróleo en los fiordos y canales o en el estrecho de Magallanes, causando graves efectos en la biodiversidad como también en la actividad turística, por esta razón, este cobro tiene mayor relevancia para que el patrimonio natural de la región y la propia actividad turística”, concluyó.