
En el texto, Zamorano asegura: "No voy a permitir, y en esto quiero ser categórico y enfático, que se lucre, a costa de inventos y falsedades, con un tema tan doloroso y grave como el de la violencia intrafamiliar. Por respeto a las personas que son víctimas de esta cruda realidad, no lo permitiré".
El ex jugador de fútbol explica su decisión por hablar del tema: "Me siento obligado a referirme a hechos del pasado. No es mi intención hacerlo, pero las circunstancias me lo imponen. Mi mujer, mi madre y mis hijas hacen que sea necesario tomar este paso", dice y luego agrega: "Soy hijo de una mujer maravillosa; soy esposo de una mujer irremplazable y tengo dos hijas por las que daría la vida. La mujer para mí ha sido siempre motivo del más absoluto respeto. No soy neutral frente a la violencia de cualquier tipo, familiar, política o social. Siempre he condenado ese tipo de conductas y ellas no forman, ni han formado parte de mi manera de vivir".
Zamorano también se refiere luego a su labor social: "Mi rol como embajador de UNICEF y el trabajo con mi Fundación, me han permitido conocer casos de violencia intrafamiliar. El dolor de las víctimas y el sufrimiento de los hijos, han reafirmado con mucha fuerza mis convicciones acerca del respeto y dignidad que debe tener el trato hacia todas las personas y en especial hacia las mujeres".
El ex de Kenita Larraín asegura también que este declaración será la única que haga al respecto: "No estoy dispuesto a caer en un juego sin escrúpulos. Nada lo justifica. Lo que no acepto es la calumnia y las mentiras. Lo que defiendo es la verdad, el nombre de mi familia y los principios que forman parte esencial de mi vida", finaliza el deportista.