El especialista señala que es clave comenzar a adaptar gradualmente al niño a acostarse más temprano, de manera de adecuar una rutina lo más cercana a lo que va a ser en el colegio.
Es lo que él llama el aspecto fisiológico de este proceso preparatorio que se ve a través del sueño, y donde los padres, tienen que ir logrando, por lo menos con dos semanas de anticipación, que los escolares se adelanten en al menos una hora para acostarse a dormir y así dar pie a que se puedan levantar, asimismo, una hora más temprano al día siguiente.