Durante la madrugada de ayer se registraron nuevos enfrentamientos entre manifestantes y personal de Carabineros en Puerto Aysén, en el marco de la movilización ciudadana en dicha región que cumple su segunda semana. Cerca de 200 personas se enfrentaron con Fuerzas Especiales en el Puente Presidente Ibáñez, lugar en donde se instalaron cinco barricadas, mientras Carabineros se parapetó en las casas de las esquinas aledañas, al tiempo en que se usaban bombas lacrimógenas y piedras.
Los gases disuasivos afectaron a una familia que reside en el sector, provocando problemas respiratorios en Sebastiana Avello de 81 años, además, producto de las escaramuzas, una persona identificada como Claudio Marcelo Gallardo Vera resultó con una lesión en su ojo, siendo derivado a Coyhaique, no descartándose que pierda la visión. En este contexto, el Obispo de Aysén, Luis Infanti, quien se encontraba en el lugar momentos previos a las manifestaciones en la madrugada de ayer, señaló que intentó dialogar con manifestantes y Carabineros, y al respecto, confesó que estaría dispuesto a ser el mediador de este conflicto.
“En los temas de violencia todos tenemos un poco de responsabilidad”, indicó el Obispo, añadiendo que cree que hay una sed de participación de los ciudadanos.
Finalmente, Infanti expresó que pide que se busque el diálogo y la solución, mientras se escucha la voz del pueblo.
Los enfrentamientos se mantuvieron ayer en la tarde por lo que Carabineros trabajó con carros lanza agua y lanza gases, donde han tenido que sostener los ataques de los encapuchados que les arrojan piedras.
Además, los camioneros anunciaron que radicalizarán su movimiento, donde bloquearán el paso de vehículos hoy cada 4 horas hasta que la ciudad quede completamente aislada.
Por su parte el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, hizo un llamado a los dirigentes locales de Aysén a deponer las movilizaciones, asegurando que se les “ha pasado la mano” en la situación.
El titular de Interior, señaló sentir que “muchas de las acciones y los episodios ocurridos en Aysén se pudieron haber evitado con los llamados al diálogo y a las conversaciones”. “Creo sinceramente que el diálogo es lo que permite avanzar, y que a muchos dirigentes y manifestantes se les ha pasado la mano con el cuidado de una región maravillosa y de otros compatriotas”, afirmó el ministro.