Dos buenas noticias recibieron los padres de Paolo Oñate, el niño de dos años que por padecer el síndrome de Hunter se le debe suministrar una dosis millonaria. La primera vino por el lado del Servicio de Salud Magallanes. El director, doctor Jorge Flies, gestionó ante el Ministerio de Salud y Fonasa los respaldos económicos respectivos. La respuesta fue que actualmente se tramita una ley que busca financiar los costos asociados a las llamadas “enfermedades poco frecuentes”, vía Ministerio de Hacienda, donde entra el caso de Paolo.
Mientras esto se concrete, el doctor Flies habló con la familia y les aseguró que el Servicio de Salud responderá por el costo del medicamento y para ello estableció contactos con el laboratorio que fabrica el Aldurazyme (una variante polimorfa de la enzima humana que se produce por tecnología de ADN).
“Hablé con la familia y les dije que estén tranquilos porque vamos a respaldar el tratamiento de Paolo, mientras se aprueba la ley en curso”, fue lo que Flies le comunicó a los padres de Paolo, Ariel Oñate y Loredana Saldivia.
Partió tratamiento
La otra buena noticia para el entorno del menor se originó ayer, después que Paolo recibiera la primera dosis del tratamiento, que deberá utilizar de por vida, y la aceptación fue muy favorable. A las 08,00 horas ingresó a la UCI Pediátrica del Hospital Clínico de Magallanes.
El pediatra de turno, doctor Fernando Bracho informó a través de la Unidad de Comunicaciones, que “el menor reaccionó muy bien a la administración del medicamento, sin mostrar señales de reacción adversa”.
Alrededor de las 17,00 horas, la madre, Loredana Saldivia, dijo que el niño aceptó bien el medicamento, aunque al principio estaba un poco nervioso. Pero agradeció al equipo médico, incluida la doctora Loreto Llanos. Por tratarse de un tratamiento ambulatorio, Paolo abandonó el centro asistencial pasadas las 21,00 horas.