Desde el sábado en la noche comenzaron a llegar automóviles a las dos estaciones de servicio de Puerto Aysén. La razón: la inminente llegada de cuatro camiones con bencina y petróleo por primera vez desde que estalló el conflicto, hace 15 días. Tras el acuerdo -tomado el sábado por dirigentes del Movimiento Social por Aysén- de proveer a los servicios básicos una cuota mínima de alimentos y combustible, se había planificado, en un principio, abastecer a las gasolineras.
La salida de los vehículos desde Puerto Chacabuco, donde están acopiados los cargamentos de combustible, iba a realizarse a las 9.00 del domingo. Pero, la oposición del gremio de camioneros de Coyhaique y la molestia de dirigentes de colectivos de Aysén frustraron la operación.
El conflicto y enojo de los camioneros se debe a que, poco antes de que se diera a conocer el acuerdo de dejar ingresar los cargamentos de bencina, el gremio de los transportistas había manifestado públicamente que intensificaría los bloqueos. Así, vieron en la decisión de entregar combustible, y que fue dada a conocer por el dirigente del Movimiento Social por Aysén, Iván Fuentes, una señal de debilidad ante el Gobierno. Mientras las negociaciones entre los dirigentes para destrabar los bloqueos se realizaban por vía telefónica, más de 150 automóviles formaron filas en las bencineras.
Pero las esperanzas de que terminara el desabastecimiento quedaron sepultadas, luego de que los dirigentes decidieran que el combustible sólo sería entregado al hospital de la ciudad, los servicios básicos y a la central Tehuelche. “No hay combustibles para las bencineras, solamente para las emergencias. Otorgarle combustible a ellos hubiera sido una mala señal y no se puede dar aún porque no hemos logrado ningún punto. Creo que hay que hacer un poco de presión”, dijo ayer Nelson Ramírez, dirigente de los camioneros de Coyhaique. La decisión se basa, según el concejal Guido Jaramillo, en que al ser tan poca la carga de combustible, podría generar caos en los automovilistas.