De acuerdo con el escrito firmado por el magistrado del Primer Juzgado de Letras de Punta Arenas, la compañía deberá paralizar sus trabajos mientras no se produzca el fallo judicial que determine las condiciones de la servidumbre minera. El jueves, y dando respuesta a una acción judicial que se presentó en el Primer Juzgado de Letras de Punta Arenas en representación del propietario de la Estancia Punta Delgada en San Gregorio, Javier Pivcevic, el tribunal civil dictaminó que la empresa petrolera de capital estadounidense, GeoPark, deberá paralizar sus faenas en el predio del particular al acoger dejar sin efecto el “desde luego” que se le otorgó para efectuar los trabajos provisoriamente mientras se resuelve el juicio que determinará las condiciones de la servidumbre minera en ese sector.
El hecho se produce tras el desacuerdo existente entre los dueños de la estancia y la petrolera por el monto del pago de dicha servidumbre y la forma cómo iban a operar los trabajos en el terreno, frente a lo cual GeoPark decidió interponer una demanda previa cancelación de una caución para obtener este “desde luego” que fue lo que la estancia reclamó.
El argumento principal del particular se fundaría en el daño ambiental en que incurren las empresas petroleras al efectuar sus faenas de perforación y, a su vez, el trato irrespetuoso y prepotente que tendrían para irrumpir en los terrenos. Al ser consultado el abogado que lleva la causa del propietario, Alejandro Soler, señaló no estar autorizado para emitir declaraciones.
La visión que entregó GeoPark, no obstante, es contraria.
El director de la compañía en Chile, Salvador Harambour, señaló ayer que “la estancia presentó un escrito, pidiendo dejar sin efecto ese ‘desde luego’ y el juez resolvió rechazarlo, de una manera, según lo que creemos nosotros, la estancia interpreta como una aceptación de ese rechazo”.
Frente a ello es que lamentó que gente de la estancia se haya presentado en las instalaciones intentando un desalojo de los trabajadores e incluso, según afirmó, “amenazando con cerrar las rutas de acceso al pozo, lo que pone en riesgo la integridad física de nuestros operadores”, precisó, explicando que necesitaban los caminos expeditos en casos de emergencia.
A juicio de Harambour, las diferencias con los estancieros de Punta Delgada serían sólo de índole comercial, por requerir el particular una suma que sobrepasa lo que está dispuesto a pagar la compañía por la servidumbre, no queriéndose referir al monto exacto que solicitaban.
Agregó además que la situación les preocupaba por lo que piden a la estancia que actúe con prudencia “y no nos deje aislados”.