Un acuerdo con “fórceps” lograron los trabajadores de la empresa Movigas en Punta Arenas, quienes estuvieron a punto de ser finiquitados. Tres días de paralización era mucho para una firma nacional que no acepta conflictos. Esto último, la marca “Gasco”, jugó a favor del Gobierno Regional. Ya la negociación colectiva del año pasado había sido compleja y los ejecutivos no querían más de lo mismo. Como dijo alguien: “no estaban dispuestos a entregar rabo y oreja”.
Apenas llegó a Punta Arenas el presidente del directorio de Movigas, Marcos Cvjetkovic, rayó la cancha señalando que el paro de los conductores era ilegal, recordando la vigencia del contrato colectivo. Sin embargo, la contraparte insistía una y otra vez que el desvinculado gerente general, Óscar Baeza, les había prometido un aumento de sueldo y los trabajadores solamente querían que la empresa se hiciera cargo de este compromiso. Esto fue lo que actuó como “piedra de tope” del conflicto, porque Movigas sentía que había hecho bastante al desvincular al ejecutivo y más encima avalar supuestas promesas que a la plana mayor no les constaba.
Fin al conflicto
Ayer en la tarde se anunció el término de la movilización. Abruptamente los trabajadores aceptaron el “acuerdo”, pero un pacto de silencio entre las partes impidió dar a conocer a la prensa los detalles del mismo. El hermetismo se apropió de Movigas y el sindicato.
“Estamos conformes, pero no satisfechos”, dijo tajantemente el presidente de la organización, Juan Maldonado Linares. Esta frase refleja el sabor amargo que dejó en los choferes el “acuerdo”. El dirigente reconoció que les pusieron un plazo perentorio: “si no llegábamos a una solución Movigas se acababa”, admitió.
Cvjetkovic destacó que “haya primado la cordura y la racionalidad como solución final al conflicto” y, de paso, volvió a poner énfasis en “la ilegalidad del paro de actividades de los conductores que mantuvo sin servicio de transporte público mayor a Punta Arenas durante tres días.
El ejecutivo, al igual que los trabajadores, pidió las disculpas a todos los usuarios.
Versión de trabajadores
Lo que se conoció, a través de versiones de algunos trabajadores de Movigas, es que Maldonado se reunió con sus asociados en uno de los buses de la empresa, donde les comunicó que si a las 16 horas no había “humo blanco”, corrían los finiquitos y la firma se cerraba.
El dirigente les informó que la firma ofrecía que se retiraran de la empresa ocho a diez trabajadores, recibiendo su correspondiente indemnización. Y que las horas extras de estas personas serían repartidas entre los que se queden, haciendo un promedio de 30 mil pesos mensuales.
También les ofrecieron hacer negocios, consiguiendo viajes los fines de semana, para lo cual la empresa no les cobraría el combustible, “el excedente quedaría para nosotros”, señaló una de las fuentes.
Y el pago de un bono, pagado una sola vez, de 50 mil pesos, para todos los que paralizaron faenas. “Si no tomamos esto ahora, a las 16 horas comienzan los finiquitos”, les advirtió el presidente del sindicato.
Además, Maldonado fue enfático en explicarles que “las ocho o diez personas que se irían serían suplidas por nosotros mismos, y la plata que se va a repartir será por horas extras, y en vez de recibir 385 mil pesos a fin de mes de sueldo recibiríamos 415 mil pesos”.
Los conductores sienten que si bien no lograron todo lo que pretendían, al menos la unión que mostraron permitió la salida de un alto ejecutivo, impusieron sus condiciones laborales y saben que no podrán tomar represalias, “porque paramos otra vez”, fue la advertencia.
A la calle
A partir de las 6.45 horas de hoy los trabajadores salen nuevamente a la calle, pero esta vez a bordo de la flota de buses a prestar profesionalmente el servicio que saben entregar a diario. Los miles de usuarios serán los más contentos con la decisión gremial que entre días vieron resentidos sus ingresos.