
Tras el paro de tres días de los choferes de los buses de Movigas los trabajadores de la empresa están frustrados, ya que sienten que no consiguieron nada con las manifestaciones. Los funcionarios volvieron a sus labores, pues se les habría amenazado que serían despedidos si no retornaban a sus funciones. Además, 15 de ellos podrían dejar la empresa. A su vez, el intendente Arturo Storaker citó ayer en la tarde a su despacho a los máximos ejecutivos de la compañía.