
Chadwick explicó que, según el protocolo dispuesto para sismos sobre VIII grados Mercalli, se dio la orden de evacuación preventiva una vez ocurrido el sismo (19.40 horas) “desde la costa de Lebu al sur hasta la costa de Concón al norte de inmediato”.
Sin embargo, explicó la autoridad, que la decisión de levantar la medida obedeció a que ya a las 20.01 horas la Onemi contaba con la evaluación Richter de 6,8 grados e informes del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), en el que se descartaba riesgo de tsunami.
Pero pese a estos antecedentes a las 21.45 horas el director de la Onemi del Maule decidió establecer nuevamente la alerta preventiva de evacuación “sólo para la costa de la Séptima Región”, precisó Chadwick, en base a la observación de campo de distintos testigos, incluido el retén de Carabineros que el 27 de febrero de 2010 dio cuenta de la situación que se vivía en Iloca, alertando el recogimiento del mar en unos 40 metros.
La medida de evacuación en la zona maulina se levantó a las 23.46 horas.
El sismólogo de la Universidad de Chile, Javier Ruiz, explicó el funcionamiento del Servicio Sismológico y la tecnología que se maneja. De acuerdo a los antecedentes, “algunos instrumentos que forman parte de la red corresponden a la década de los 80”, por lo que ya se consideran muy antiguos. En tanto, el resto del instrumental es de “última generación”.
Tras el terremoto del 27/F se dio a conocer la intención de la renovación de estos equipos más antiguos, pero hasta el momento no se han conocido más detalles de este hecho.
Por otro lado, Ruiz indicó que el funcionamiento de la red, luego de la incertidumbre y críticas de las que fue objeto el Servicio, al entregar primero una magnitud de 5,8 grados y luego aumentarla a la definitiva de 6,8 grados en la escala de Richter.
Ruiz afirmó que “dentro de la red en Chile se trabaja con distintas magnitudes, siendo las más frecuentes la local y la del momento sísmico, que es la que en realidad entrega el punto de vista más científico y real”.
La red sismológica de la Universidad de Chile trabaja en primer lugar, y para entregar en menos minutos la información, con la magnitud local, que corresponde a los datos que facilitan los instrumentos más cercanos al movimiento telúrico, “pero que de seguro estarán sujetos a cambio, debido a la cercanía, además si el sismo es muy fuerte, los instrumentos pueden saturarse”, dijo Ruiz.
A medida que se van tomando en cuenta los datos del instrumental más lejano, se va llegando a la cifra final y más real.
Por otro lado, en cuanto al funcionamiento de Estados Unidos, Ruiz indica que ellos no dieron una medida instrumental, sino que “lo que hacen es una magnitud estimativa por la duración y después de alrededor de una media hora, se entrega la magnitud instrumental, por eso al principio dieron un 7,2 y después un 7,1”, explicó.
Por su parte el director de la Oficina Nacional de Emergencia en el Maule, Carlos Bernales, señaló que se dieron ódenes contradictorias de evacuación en la zona costera de la región durante las horas siguientes al sismo
“De acuerdo al protocolo que tenemos nosotros en la Región de Maule, si hay un sismo que en costa se perciba (de) VII o sobre VII (grados Mercalli), de inmediato decretamos una evacuación preventiva. Eso lo hemos ensayado y hemos activado durante el año 2011 todo un procedimiento de educar a la población del borde costero para que ellos puedan autoevacuar en caso de que no reciban una información oficial, y si no son capaces de mantenerse en pie en la costa, (deben) autoevacuar por las vías señalizadas hacia las zonas seguras”, explicó Bernales.
“Luego de eso, teniendo ya a toda la población del borde costero evacuada, se recibió la información oficial del SHOA y de Onemi central de que se descartaba tsunami para las costas de Chile”, recordó el funcionario, que indicó que aunque se dio esa información, “la gente, por su idiosincracia de maulino, por lo que ha vivido, hace que se mantenga siempre, por un buen tiempo, en zonas altas”.