Lentamente el comercio intenta volver a la normalidad, luego que la inundación sufrida el domingo 11 de marzo provocara el cierre de gran parte del centro de la comuna y de los tres barrios que conforman el circuito turístico de la ciudad. Durante el lanzamiento de las postulaciones del programa de emergencia el secretario regional ministerial de Economía, Fomento y Turismo, Marco Mella, hizo hincapié en que “para nosotros es muy importante poder ayudar a los empresarios, la verdad es que lo que queremos es reactivar tres barrios: el barrio comercial, el barrio gastronómico y el barrio de los hostales y residenciales. Lo más importante que nosotros queremos, es ojalá lo antes posible, tener activos esos tres barrios para el comercio local, para los turistas que nos visitan y esto es una muestra del Gobierno”.
El barrio gastronómico de Punta Arenas es uno de los sectores que lentamente comienza a retornar a la normalidad. Durante un recorrido por O`Higgins, comenzando en Presidente Federico Errázuriz, aún se encuentran cerrados los restaurantes Puerto Viejo y Sotitos.
Por esa arteria y hasta calle Roca se pueden encontrar la mayor cantidad de restaurantes abiertos.
El Brocolino, está atendiendo en el horario de 11.00 a 15.00 horas y de 19.00 a 24.00 horas. Mientras que el Too Much abrió el miércoles. Su horario de atención es de lunes a sábado desde las 12.30 horas hasta las 15.30 horas y en la tarde desde las 19.00 horas hasta las 23.30 horas. En tanto que el Jekus reabrió ayer, a las 19.00 horas.
Autoridad Sanitaria
Con el objeto de apoyar el proceso de reapertura la autoridad sanitaria se ha reunido con los dueños y administradores de restaurantes y locales de comida, para entregar recomendaciones sobre las medidas sanitarias que se debían tomar y que esta controlaría.
Profesionales del Departamento de Acción Sanitaria de la Seremi de Salud fiscalizaron los locales afectados por el agua y barro, informando sobre las medidas sanitarias que debían adoptar al momento de limpiar y reparar sus negocios, lo que tuvo como objetivo resguardar la salud de sus dependientes y usuarios, además de llevar tranquilidad a la comuna sobre las medidas de higiene que se han tomado.
Durante la reunión que se realizó con posterioridad a la inundación se les entregaron medidas sugeridas y se hizo hincapié en la utilización de guantes de goma y botas para la limpieza de los establecimientos. Paralelamente se indicó que todo alimento que haya tenido contacto con las aguas debe ser eliminado, al igual que aquellos que perdieron su cadena de frío.
Todas las medidas implementadas tuvieron como objetivo resguardar la salud de la población.
Durante las semanas posteriores a la inundación, profesionales del Departamento de Acción Sanitaria, sólo en el área de alimentos, realizaron más de 120 fiscalizaciones, ya que se pasó varias veces por un mismo local, el cual sólo se autorizaba su funcionamiento al constatar que se había hecho por un lado la limpieza del local, y por otro la sanitización, y que se mantuvieran buenas las condiciones de infraestructura.