
El Melophagusovinuses es un parásito artrópodo obligado de los ovinos. Se alimenta de sangre y realiza todo su ciclo vital -el cual se completa en 24 a 36 días- sobre el animal huésped. La transmisión se produce por contacto directo entre animales, en especial durante los meses cálidos cuando los parásitos adultos se encuentran en la superficie del vellón y se realizan concentraciones de animales o el cordero se encuentra con su madre. Las pérdidas que produce M. ovinusse se expresan fundamentalmente por una disminución en la producción de lana, menor desarrollo del animal joven y reducción en el valor de los cueros.
El Director Regional del SAG de Magallanes, Gerardo Otzen, destacó la buena disposición mostrada por los pequeños productores, los que brindaron toda su colaboración para llevar a buen término esta labor, “es importante trabajar de manera conjunta y coordinada con el sector privado para, como en este caso, lograr controlar una parasitosis como el melofago. La tarea es erradicar el parásito de la provincia de Última Esperanza, así podremos en el futuro cercano, plantearnos el desafío de liberar a la región de Magallanes de esta parasitosis. Para ello, sin lugar a dudas se requiere que la misma disposición mostrada por los pequeños productores sea también exhibida por el resto de los ganaderos de la Región, sólo de este modo, podremos avanzar decididamente en mejorar nuestra situación sanitaria regional y transformar a Magallanes en una región aún más competitiva”, aseguró Otzen.