
El conductor pidió diez mil pesos en bencina al bombero de turno, mientras otros dos amigos se bajaron al baño. Hasta ese momento nada hacía presagiar un hecho de connotación policial.
Cuando los dos sujetos volvían al auto, uno de ellos se acercó al empleado y extrajo un arma blanca, tipo sable, con la que lo intimidó y exigió todo el dinero que tuviera. Asustado, y temiendo lo peor al no saber las verdaderas intenciones de los maleantes, atinó solamente a tomar el dispensador o “pistola” y rociar con bencina a los delincuentes.
El trío, que no esperaba esta reacción de la víctima, se asustó y arrancó en el auto en dirección desconocida, el cual llevaba las dos placas patentes del auto dobladas para impedir o demorar la identificación del propietario.
El llamado telefónico al 133 de Carabineros fue inmediato. También la reacción policial que despachó una patrulla a Bulnes con Capitán Guillermos. El fiscal de turno, Juan Agustín Meléndez, entregó la investigación a la Sip de Carabineros, efectivos que iniciaron un primer empadronamiento con las únicas personas que fueron testigos de los hechos.
Además, el administrador de la estación de servicios, Gastón Vera, entregó la grabación con las imágenes que captaron las cámaras de seguridad de la Shell.