El jueves, Juan Luis Trina, quien entrega boleta de gas, sufrió un dramático ataque de un perro, que dejó al descubierto el grave problema con el que deben lidiar estos trabajadores en las calles de Punta Arenas. El dramático ataque de un perro que sufrió el repartidor de boletas de gas Juan Trina, el jueves pasado, dejó de manifiesto los graves problemas que enfrentan diariamente las cientos de personas que trabajan en este tipo de actividad y que reparten correspondencias o algún tipo de documento por los diferentes sectores de Punta Arenas.
Rafael González, quien trabaja para una empresa que realiza la constatación de domicilios para una multitienda, dijo que “lo más complejo que nos toca vivir diariamente al realizar nuestro trabajo, es la amenaza de los perros tanto al interior de las casas como en el exterior de éstas, ya que muchas veces éstos no nos dejan entrar. Parece que los tienen entrenados”, indicó González.
Asimismo, expresó que “lamentablemente la gente no se hace responsable de sus mascotas y hay en lugares en que los perros son muy malos. Por suerte a mi no me han atacado, pero me he salvado de varias, porque siempre que veo un perro entro a los sitios con algunas piedras, porque ayudan bastante en caso de que la cosa se ponga fea”, precisó
Otro de los trabajadores de este ámbito, que no ha tenido buenas experiencias con los ataques de los perros, es Miguel Espinoza, ya que a la semana de haber comenzado a trabajar entregando boletas en el sector norponiente de la ciudad fue mordido por un can: “Afortunadamente el perro no era tan grande, recuerdo que estaba colocando bajo la puerta la boleta y apareció el perro y me atacó. Obviamente yo me defendí y no me ocasionó ninguna herida. Desde ese momento aprendí que hay que analizar y mirar bien antes de entrar a un sitio de una casa, porque a veces aparece el perro”.
Además, Espinoza agregó que lamentablemente muchas de las casas no tienen buzones para dejar las cartas o boletas. “Imagínese para las personas que tienen que entrar a los sitios a medir los consumos, a veces es muy peligroso, ya que simplemente la gente no abre la puerta o no controla a sus mascotas”, manifestó apesadumbrado.
Por su parte, Trina, quien se recupera las lesiones sufridas el jueves, expresó que es un problema grave lo que ocurre y responsabilizó de ello a los dueños de las mascotas por la falta de cuidado que tienen. “Estamos expuestos constantemente por una irresponsabilidad de los dueños de los animales”, dijo.