El Secretario Regional Ministerial de Agricultura, Manuel Bitsch, que preside el Comité Regional de Emergencias Agrícolas (CREA) sostuvo una reunión con el Director Regional de la ONEMI, Cristián Gallardo, con el objeto de unificar criterios y consensuar los protocolos y acciones a realizar ante eventuales emergencias agrícolas, especialmente en la época invernal donde existe riesgo de nevadas intensas, como ocurrió el año pasado en algunos sectores de la región. Según lo señalado por el SEREMI, “dejamos establecidas con claridad las diferentes etapas de una emergencia con las características de la que tuvimos el año pasado en la comuna de Timaukel, fijando como criterio fundamental la necesidad de mantener la conectividad, con caminos expeditos que aseguren el acceso hasta las instalaciones de todos los predios del área que pudiere verse afectada, para lo cual bastaría con decretar una ‘alerta amarilla’, que permite disponer de los medios necesarios para realizar ese trabajo”. Para ello, el titular de la ONEMI manifestó que ya se han realizado reuniones con la Dirección Regional de Vialidad, objeto de acelerar los tiempos de respuesta de la maquinaria propia o contratada que ese servicio tiene dispuesta en distintos lugares de la región.
Sólo en el caso de situaciones extremas, en que se requiera acceder abriendo sendas hasta los potreros donde hubiere animales en riesgo, se solicitaría declarar ‘Emergencia Agrícola’, manifestó Manuel Bitsch, aclarando que la diferencia se produce debido a que las alertas (amarilla o roja) declaradas por la ONEMI, están orientadas a prestar ayuda y solucionar problemas de la población civil, pero no para resguardar la sobrevivencia de animales u otras actividades agrícolas, en cuyo caso amerita solicitar al Ministerio de Agricultura declare la emergencia.
La autoridad del Agro, sostuvo que la experiencia del año pasado en la comuna de Timaukel ha permitido definir con mayor precisión los protocolos de actuación, lo que nos permitirá ser más efectivos si se repite una situación similar, pero lo más importante es que los ganaderos sean previsores y generen los resguardos necesarios para este tipo de eventos climáticos, manteniendo un stock de forraje conservado u otro tipo de suplementos alimentarios para ser suministrados en las épocas críticas, además de no mantener a los animales en campos de mayor altitud (veranadas), como ocurrió durante el invierno anterior en algunos sectores.