Hace cinco años el grueso de los terminales de cajeros automáticos estaban concentrados en las comunas de mayores ingresos o con alta densidad de población. Actualmente no hay comunas en las que no haya uno de estos dispositivos, de acuerdo con un balance que realizó la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF). Según el documento, a diciembre del 2011 se habían instalado más de 12.000 terminales en todo el país, registrando movimientos regulares en 71% de estos. Mientras que en relación a las tarjetas durante el cuarto trimestre del 2011 casi un millón de tarjetas transitaron por esta red, de éstas el 80% son de débito.
El balance realizado por la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras consigna, además que, la industria bancaria apoya el financiamiento de distintos sectores productivos del país, este aporte registró un crecimiento anual real en 2011 de 12,9%. Este aumento fue liderado por la cartera comercial que aumentó en 14,9%, consumo, que aumentó en un 13,5% y vivienda en un 8,5%.
De esta manera, las colocaciones de la banca alcanzaron los US$ 170.053 millones, con una tasa de crecimiento del 12,9% respecto del 2010, que duplicó la del año previo que alcanzó un 6,1%.
El aumento fue impulsado principalmente por las colocaciones comerciales que alcanzaron los US$ 105.315 millones, equivalentes al 62% de los créditos totales y que presentaron una tasa de crecimiento de 15% real durante 2011 (más de tres veces la expansión del 4,3 en 2010).
De acuerdo con el documento, esto se explica en gran parte por el fuerte aumento de la inversión, tanto en equipamiento como en el sector construcción que se experimentó durante el año. Además destaca, dentro de esta categoría la expansión de los créditos de comercio exterior, que representan el 11,7% del total de préstamos comerciales y que anotaron una tasa de crecimiento de 41%.
En tanto que las de consumo llegaron a US$ 22.212 millones en diciembre del 2011 mostrando un crecimiento de del 13,5% , superior a la tasa de 9,2% registrada en 2010. Lo anterior se explica por los altos niveles de empleo, de las remuneraciones y de las expectativas de los hogares.