
El inminente cierre de la planta, perteneciente a la empresa Cecinas Bavaria con sede en Rancagua, fue confirmado ayer por fuentes de la empresa a través de escuetas declaraciones. Sin embargo, los representantes (que no quisieron publicar sus identidades), argumentaron que las razones principalmente son empresariales. Además, acusan discrepancias con la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) por la ausencia de una planta de tratamiento de aguas verdes, y la supuesta presencia de un metal en sus aguas.
Fuentes cercanas a la empresa faenadora, aseguró que “los ejecutivos de Rancagua se aburrieron de reclamar y de tratar de solucionar el tema con la autoridad regional, por lo cual mandaron a cerrar la empresa el martes”.
Los otros mataderos presentes en la zona, Simunovic y Marín, se dedican principalmente a la producción de exportación de carne, por lo que la importancia de este cierre en la población es trascendental.
Los empresarios carniceros locales se mostraron preocupados por el dudoso panorama que se avecina. El propietario de la Distribuidora Icarma, Sergio Santana, comentó que en los próximos días debería producirse un déficit, tomando en cuenta que el faenamiento del matadero era de 1.500 vacunos mensuales, y lo que podrán traer serán 320 animales al mes, lo cual repercutirá en el abastecimiento y el precio del producto, afectando finalmente los bolsillos magallánicos, con un alza de un 20 a un 30%.