
Italia no se ha repuesto del atentado de ayer en Brindisi y amaneció con la noticia de un sismo en la región de Emilia-Romagna (norte de Italia), que fue sentido también en otras como Toscana, Véneto, Lombardía, Tretino Alto Adigio y Friuli Venezia Giulia.
En la fabrica de Bondeno, en la provincia de Ferrara, región de Emilia Romagna, falleció un trabajador marroquí de 29 años, que terminaba su turno a las cinco de la madrugada, y a quien le cayó una viga en la cabeza al derrumbarse la nave industrial que, sin embargo, no causó heridas a otros trabajadores.
También los trabajadores Nicola Cavicchi, que había decidido sustituir hoy a un colega, y Leonardo Ansaloni, murieron cuando trabajaban en el departamento de cocción de la fábrica de cerámica de San Agostino y se les vino la techumbre encima, dijo el representante sindical Víctor Battagia.
Una mujer alemana, Gabi Ehsemann, de 37 años, que se encontraba en Italia por motivos de trabajo, murió en San Alberto de San Pedro en Casale, en Bolonia, probablemente a causa de una crisis provocada por el miedo durante el sismo, informó el Comando Provincial de los Carabineros de Bolonia.
Del pavor falleció también una mujer de más de 100 años de San Agostino, informan fuentes médicas.
Un trabajador Tecopress, una fundición de ciclo continuo en Dosso, barrio de San Agostino, apareció muerto de entre la ruinas del techo de la fábrica que se desplomó.
Los datos provisionales de Protección Civil apuntan a unos 50 heridos en toda la zona noreste de Italia.
Una hora después del terremoto de magnitud 5,9, sentido en todo el noreste de Italia, se registró una réplica de 4,9 grados en la escala Richter en el norte de la provincia de Módena a las 05.03 hora local, que ha produjo derrumbamientos de algunas fábricas en Bondeno.
También la iglesia de San Felice sul Panaro, en la provincia de Módena, se vino abajo tras el sismo, asegura Protección Civil.
En la localidad de Mirandola, provincia de Ferrara, fueron evacuados los enfermos graves del hospital local, así como los ancianos de una residencia.
Asimismo se detectaron graves daños materiales en Ferrara, donde se han reportado a la policía y protección civil derrumbes de numerosos edificios históricos y viviendas.
El movimiento de 5,9 grados de magnitud en la escala de Richter fue revisado por el Servicio Geológico de EEUU (USGS) que estableció una magnitud de 6 grados y a una profundidad de 5,1 kilómetro, en lugar de los 10,1 kilómetros que dio previamente.
En varias ciudades muchas personas salieron a la calle presas del pánico al sentir el temblor, que duró unos veinte segundos.
Los italianos revivieron el temblor de Los Abruzos (centro de Italia), que el 6 de abril de 2009 con una magnitud de 5,8 grados en la escala Richter provocó la muerte de 308 personas, 1.600 heridos y miles de desplazados y devastó pueblos de la región y el centro histórico del L'Aquila.
A primeras horas de la mañana, se restableció el tráfico ferroviario de las principales líneas de la zona golpeada por el seísmo, "tras los reconocimientos técnicos previstos en los protocolos de seguridad para verificar la integridad de las infraestructuras", refieren las autoridades de los ferrocarriles.