Los voluntarios, la mayor parte de Magallanes, finalizaron una semana de trabajo voluntario en el Parque Nacional con la reposición de especies de Lenga y la construcción de dos estructuras de uso público. Ayer finalizó la segunda etapa del programa denominado “Revivamos las Torres” del Instituto Nacional de la Juventud (@INJUVCHILE) y CONAF, para la reforestación y reconstrucción del Parque Nacional Torres del Paine, con la plantación de más de dos mil especies arbóreas de Lenga, avanzando en la recuperación de las 17.000 hectáreas quemadas durante el incendio forestal del pasado verano.
Además de la reforestación en sí, los cincuenta y cuatro jóvenes trabajaron en la mantención de viveros para próximas plantaciones y se continuó con la labor de la primera etapa del programa elaborando señalética, reparando senderos y pasarelas y construyendo un nuevo puente, llamado “Puente INJUV Revivamos las Torres” en homenaje a los voluntarios del proyecto.
“Estamos muy contentos, este plan nos demuestra que esto es perfectamente replicable a nivel nacional, los voluntarios son capaces de hacerlo, tienen las ganas, esto se va a extender y ya estamos en conversaciones con CONAF para hacer definitivo un voluntariado permanente”, señaló el Director Nacional del INJUV, Luis Felipe San Martín (@sanmartinLF).
Así mismo, el Director del INJUV en Magallanes, Gabriel Vega Gutiérrez (@gabrielvegag) destacó que "este año tuvimos la desgracia de un incendio forestal, pero hoy el Parque Nacional Torres del Paine rebrota, mejora, cicatriza y crece gracias a la energía de 200 voluntarios que han venido en ya dos etapas de campaña de restauración, inaugurando una nueva forma de respaldo juvenil permanente a nuestras áreas silvestres protegidas".
El joven voluntario de 19 años, Juan Manuel Chandía Venegas, de Punta Arenas, participó en la construcción del “Puente INJUV” y manifestó su satisfacción al colaborar en este proyecto: “Me parece bueno que se ponga atención y que se sepa que esto fue hecho por jóvenes, que tenemos toda la intención de ayudar. Me quedo con una experiencia personal excelente”.
Los voluntarios trabajaron durante una semana (desde el 13 al 20 de mayo) junto a equipos del INJUV y de CONAF y contaron con alimentación, transporte desde y hacia Punta Arenas, lugar de alojamiento y seguro en caso de accidentes, además de herramientas y materiales de construcción y plantación de árboles.