El Gobierno- tras una reunión con dirigentes de Freirina- determinó decretar alerta sanitaria y el cierre temporal de la planta de Agrosuper ubicada en dicha localidad de la Región de Atacama. Tras las manifestaciones que desde el viernes se vienen presentando en la zona por parte de la comunidad, en protesta por los malos olores emanados desde la empresa.
Pasado el mediodía de ayer los ministros de Salud, Jaime Mañalich, y del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, junto al subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, se reunieron con los dirigentes de la comunidad para darles a conocer estas medidas.
Con el decreto de alerta sanitaria las autoridades competentes podrán coordinar con las otras agencias del Estado, todas las acciones necesarias para la disposición de los cerdos y cualquier otra medida que sea necesaria. Durante la reunión, se estableció que como primera acción las autoridades sanitarias inspeccionarán la planta para realizar un diagnóstico. En cuanto al cierre temporal de la misma, se explicó que esta decisión se tomó para someter el recinto a una nueva evaluación de impacto ambiental, tras lo cual podría volver a operar.
Asimismo, las autoridades centrales anunciaron la suspensión de entrega de derechos de agua, otro de los puntos del petitorio de la comunidad, que tiene como fin proteger los acuíferos. Este anuncio fue recibido con una ovación de los dirigentes. “Nosotros decretamos una alerta sanitaria que nos permite trasladar gente, movilizar recursos, intervenir en la planta, incinerar cerdos, movilizar el personal de la planta. Ese es el objetivo de la alerta sanitaria”, dijo el ministro de Salud.
Y agregó que “en segundo lugar, una vez que tengamos el diagnóstico, el cierre de estas faenas, hasta que se cumplan las condiciones que tanto el Ministerio del Medio Ambiente, como nosotros, fijemos en el futuro, lo que no es ninguna garantía de que pueda volver a operar”.
En la misma línea, el subsecretario Ubilla precisó que con esta medida será posible “evaluar la situación al interior de la planta, determinar cuál es la situación de los animales y cuál es la cantidad de animales muertos. Y a partir de eso, definir el plan de cierre mientras la empresa no mejore las condiciones medioambientales”.“No era posible que se siguiera contaminando a través de los olores, la planta no tenía todos los niveles y los estándares ambientales” necesarios, recalcó.