
Esta actividad contó con la participación de 47 niños y tres profesores.
El investigador del INIA, explicó que el convenio define la biodiversidad como la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres, marinos, otros ecosistemas acuáticos y los complejos procesos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie (genética), entre las especies y de los ecosistemas.
Cabe mencionar que entre la amplia gama de ecosistemas presentes en la Región de Magallanes, las turberas son un tipo especial de humedal según la Convención Ramsar de 1971 y 2002. Estos humedales se caracterizan por presentar una cubierta vegetal saturada de agua y por acumular materia orgánica en distintos estados de descomposición, denominada turba. Dentro de las principales funciones destacan: reguladores del ciclo del agua, sumideros de carbono y nodos de biodiversidad. Actualmente el INIA se encuentra trabajando en la identificación de herramientas, para establecer un protocolo de restauración ecológica, turberas explotadas o abandonadas.