Cuando vemos un despliegue comunicacional donde aparece la Gobernadora Provincial Sra. Gloria Vilic Peña y el Seremi de Desarrollo Social, José Manuel Aguirre, entregando anticipadamente y sin que esté promulgada la ley que otorga este beneficio “solidario”, un cheque de $ 70.000 a una familia carenciada de nuestra comuna, nos parece muy grave que se esté jugando por parte de las autoridades con las condiciones sociales que enfrentan miles de familias en nuestra región y en el país, mediante un engaño comunicacional flagrante, hecho que sin duda nos produce indignación y rechazo. Quisiéramos ver ahora en esas autoridades populistas realizar esfuerzos concretos para erradicar la extrema pobreza en Chile, protagonizando un cambio en la concentración del poder económico que hoy es el causante de tanta inequidad social existente y dejar de una vez de continuar repartiendo miseria.
Las familias en Chile necesitamos ingresos que permitan vivir con dignidad durante el año, porque los ministros, intendentes, seremis, gobernadores, directores de empresas, senadores y diputados, tienen el privilegio de tener sueldos millonarios y no los demás. Entonces los bonos solidarios que entrega el Estado son el reflejo de un sistema económico despiadado y fracasado, el cual no se hace cargo de las principales necesidades que manifiesta la ciudadanía.
Consideramos que esto es un burdo invento con fines electorales para acallar el clamor de quienes sufren la pobreza dura y se les pretende por esta vía entregarles algo de oxígeno para seguir más adelante en las mismas condiciones.
Consideramos que esto no es la solución a los grandes problemas que enfrentamos, y en vez de aplaudir su entrega se requiere con urgencia mejorar el estándar de vida de los trabajadores. Con asistencialidad sólo se profundizan las desigualdades y se mantiene a los poderosos amasando fortunas con las riquezas que genera nuestro país.
A esto se agrega que dicho bono se entregará por una sola vez y es igual para todas las familias del país, desconociendo una vez más la realidad del costo de la vida de las regiones como las de Aysén y Magallanes.