
El arduo trabajo que comenzó en 2007, definió el uso preferente del borde costero por parte de las distintas actividades económicas, e implicó la eliminación del 60% de las áreas posibles a desarrollar acuicultura que habían sido establecidas por el Estado Chileno en 1994. “Nosotros no podemos elegir dónde estar, estamos donde se nos indicó que podíamos estar”, expresó el presidente de la asociación gremial.
Dentro de los acuerdos de la zonificación, y en lo que respecta a los parques nacionales, la Comisión Regional de Borde Costero estableció una franja de protección -o amortiguación- entre los parques y la actividad a realizar, acordada y aprobada por todos los integrantes de dicha comisión. Es decir, fue respaldada por el intendente; las gobernaciones provinciales; los secretarios regionales (seremis) de Bienes Nacionales, Obras Públicas y Economía; los directores de servicios públicos (Sernatur, Conaf, Conadi, Conama, Pesca, etc); y el Consejo Regional, entre otros.
Este compromiso, emanado de los representantes regionales de los diferentes Ministerios y la Presidencia de la República, ha sido respetado plenamente por la industria salmonera.
Sin embargo, hoy, al invocar el artículo 158 de la Ley General de Pesca, se está dando una nueva interpretación a los deslindes de los parques nacionales (terrestres) que “puede generar graves daños”, no sólo a la acuicultura sino también a la pesca extractiva que se desarrolla en todo el litoral de las zonas aludidas.
El llamado es a no desconocer los acuerdos de la zonificación y respetar el decreto otorgado por el Ministerio de Defensa Nacional para establecer las AAA, que ya entró en vigencia hace un año atrás. Esto, de ninguna manera, implicaría la modificación de los límites terrestres de los parques nacionales.