En medio del complicado escenario económico argentino, del aumento de las restricciones y de las medidas proteccionistas, el comercio puntarenense asegura que las ventas han bajado, aún cuando esperan que los efectos se presenten durante el segundo semestre. Al respecto, el gerente general de la concesionaria de Zona Franca, Eugenio Prieto, explicó que “se ha notado una baja relativa de los visitantes argentinos, me refiero a la región ya que nosotros no medimos cuántos argentinos precisamente ingresan. Ha habido una baja, lo que se refleja en el turismo. La ocupación hotelera y restaurantes y en el comercio por el turismo de compra”.
Mientras que en relación a los efectos que esto podría tener, “si la crisis argentina se agudiza y si los problemas de divisa que tienen en obtener dólares para hacer sus compras y viajes al extranjero, es indudable que eso va a tener un efecto en comercio. La dimensión de ese efecto es muy difícil de calcular”.
En tiendas anclas del Mall Espacio Urbano Pionero reconocen que han visto una baja en la llegada de turistas argentinos, lo que ha impactado en las ventas, especialmente de electrónica y línea blanca, agregan que esto se vendría produciendo desde hace dos meses aproximadamente.
Por su parte, John Mattson, gerente del Hotel y Casino Dreams, comentó que “es indiscutible que hay una situación crítica en Argentina, han llegado menos transandinos a la región (...) Yo creo que son varias cosas las que han afectado, la crisis económica en Argentina, las condiciones climáticas que este año en particular desde mayo a la fecha han sido malas y hemos tenido varios fines de semanas la carretera con problemas”
Al ser consultado, explica que en junio particularmente tuvieron entre 20 y 25% menos de turistas argentinos. “Ahora cuánto de eso se debe a las condiciones climáticas y cuánto a las crisis económicas eso es difícil de calcular”, dijo.
Por su parte, Eduardo Fracchia, director del área de Economía del IAE Universidad Austral en Argentina, en entrevista a Diario El Pingüino señaló que la actividad se comenzó a enfriar con la medida del control de cambios (CEPO) aunque claramente esta no fue la única causa. Agrega que “en este intento de salvar el estrangulamiento externo se quiere combatir la pérdida de competitividad con el control de las importaciones. Esta medida lejos de ser reactivante por la estrategia de sustitución genera incertidumbre y afecta el normal abastecimiento de la industria. Estamos cayendo en los viejos vicios históricos del control de cambios y de la sustitución de importaciones, que fueron piezas claves en la economía cerrada 1930 – 1990”.